Esperas, esperas, esperas, el tiempo pasa y él no llega, miras por la ventana y él no esta, miras la mesa verde gastada de tanto ser utilizada, el asiento de enfrente esta vacio, por que él no esta. Miras a la gente pasar, todos son rostros desconocidos, que jamás as visto en tu vida, que jamás veras con detenimiento, porque jamás te lo propondrás, por que jamás te interesaras, solo te interesas en él, que no llega, que no viene, que tarda, que tal ves te a olvidado, que tal ves no se interesa en ti, tanto como tu te interesas en él.El mozo se acerca, te pregunta si quieres algo y tu le quieres decir que lo único que quieres es que él que no llega, este aquí con vos que aparezca en este mismo momento, que no quieres comer ni tomar nada si él no esta aquí a tu lado en la silla de enfrente, por que sin él no eres nadie, sin él no puedes vivir, pero le dices que te traiga una copa de helado de frutilla, el cual de seguro no podrás terminarte por que si él no esta a tu lado tu no tienes apetito.
Miras de nuevo por la ventana esperando verlo a él, pero no esta, solo esta la calle sucia, aburrida y casi desierta. El mozo aparece con tu copa de helado de frutilla, y te lo deja en la mesa, miras la copa y pruebas un poco, el sabor es rico, casi delicioso puedes sentir como tu lengua se vuelve loca y te pide mas.
Las horas pasan y él aun no esta aquí, piensas, te preguntas y te imaginas cosas que ni tu misma te crees. Sierras los ojos y inspiras mucho aire, llenas todos tus pulmones de un aire que podría pasar por un aire muy fresco, exhalas el aire rápidamente y abres los ojos esperando que todo cambie y que él ya allá llegado y este sentado enfrente de ti, pero no nada cambio la silla de enfrente sigue vacía y él no a llegado.
La copa de helado esta bacía, te la as acabado por que no as sabido que hacer aparte de tomarte todo el helado de frutilla, aparte de mirar por la ventanas cada dos minutos, aparte de mirarte las uñas, aparte de pensar, aparte de suspirar, aparte de mirar el reloj, aparte de esperar.
Pagas la cuenta del helado de fruta que me había tomado. El reloj ya da las 6 de la tarde, entonces recordé que a esta hora el sol se esta yendo por que en invierno el sol no quiere estar, no quiere ver, por eso se va para volver al otro día. Y vos seguís sola, sentada en una silla, pensando, observando, esperando, esperándolo a él que no va a venir, que no va a llegar jamás, que jamás va a estar con vos, por que él ya no esta, él como el sol a esta hora, este día, ya se fue, pero esta ves se fue para no volver jamás.
Autora: Melisa

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