-¿y eso es lo que deseas de verdad?
La pena había vuelto a sus ojos. me mordí el labio y asentí.
-De modo que estas preparada para que este sea el final, el crepúsculo de tu existencia aunque apenas si has comenzado a vivir -musito, hablando casi para sí mismo-.estas dispuesta a abandonarlo todo.
-No es el final, sino el comienzo-le contradije casi sin aliento.


No hay comentarios:
Publicar un comentario